No soy el dueño de la verdad, pero soy el principal accionista


jueves, 10 de febrero de 2011

Me he dado cuenta (2)

Que, dado el bajo tráfico de este blog, bien podría publicar aquí todos los actos vandálicos y fechorías(?) que he perpetrado, sin que ello tuviera algún tipo de consecuencia (no son aceptados los new-agers que digan que TODO en la vida tiene su consecuencia. Estoy hablando en sentido práctico).
Claro, eso si hubiera perpetrado algún acto vandálico de envergadura (suena mal, soy consciente de ello) o alguna fechoría que valga la pena contar. Pero lamentablemente no lo he hecho aún. Prometo ponerme en campaña.

viernes, 4 de febrero de 2011

Me he dado cuenta...

Publico una entrada por semana. Si no estuviéramos en vacaciones, TAL VEZ, podría precisar qué día de la semana. Puedo suponer, sin embargo, que hoy es viernes. No porque mi celular haya estado sonando incesantemente al ritmo de una lluvia de alocadas propuestas, no. Es porque escuché en el informativo que mañana empieza el fútbol. Ah, el fútbol, "el psicólogo más barato" según el sabio Diego Forlán. Y qué verdad ha dicho. Espero impaciente a poder canalizar mis frustraciones (que no son pocas) ante la primera pifia, el primer gol errado, fallo defensivo; aunque también es cierto que podré obtener alegría, y esa esperanza alimenta el círculo vicioso que nos mantiene atados al televisor, semana a semana. Como me sucede con blogger. Porque me he dado cuenta que publico una vez por semana, lo mencioné?

miércoles, 26 de enero de 2011

Crónicas desde un mundo ideal.

Apreté 'Enviar' y otra vez el cartelito apareció en la pantalla de mi celular: "MENSAJE NO ENVIADO. NO SEA TAN ARRASTRADO POR FAVOR"

sábado, 22 de enero de 2011

Memorias de un no carnavalero

Se acerca febrero, y, con él, mi aislamiento; un poco auto impuesto, un poco forzoso, del resto de la sociedad uruguaya. Es que yo soy uno de esos que no distinguen murgas de parodistas, uno de esos para los que "Tronar de tambores" es..atronador, y nada más; uno de esos que aprecia los culos, pero no las plumas. En fin, uno de esos que está totalmente fuera del tema del carnaval.
Y no me importa.

jueves, 20 de enero de 2011

Los tenía abandonados, lo sé, mi querida multitud de seguidores. Por un momento me asaltó la angustia de que un día de estos apareciera una turba en mi casa reclamando mi sangre y/o mis letras. Pero ahora respiro aliviado. Y no porque esté escribiendo una entrada, sino porque sé que el grueso de ustedes, mi amada multitud de fans, son imaginarios.

domingo, 9 de enero de 2011

Aracnofobia latente(?)

Supongo que todos tenemos una aracnofobia latente, esperando ahí que un hecho traumático (y preferentemente, que incluya arañas) la despierte.
Y cuando digo todos, me refiero a TODOS; incluídos esos "listillos"(?) que dejan que les caminen tarántulas por el cuerpo; negándose a admitir el cagazo que se les nota en los ojos.
Pero vayamos a mi hecho. Estaba en el baño, sentado en mi trono, y con la vista concentrada en el celular. Miles de veces me han dicho "no ves muchas cosas en el mundo por estar concentrado en el celular"...pero nada me hubiera preparado para lo que vi: una araña. En el piso del baño. A medio metro de mi pie (huelga decir que mi pie abandonó esa posición al instante) Mirándome furiosamente. Mediría dos metros y medio...bueno, exageré un poco; no me miraba furiosamente. Fastidiada está bien. Pero me estoy yendo por las ramas otra vez. El tema es que ahí estábamos, ella y yo. Ella en guardia, con las ocho patas flexionadas, pronta para defenderse y atacar. No sé qué le vio de amenazante a mi postura, sentado en el water abrazándome las rodillas, al borde de las lágrimas; pero el caso es que estaba pronta para defenderse y atacar.
Eso fue decisivo para que yo hiciera lo que hice. Es que me sentí presionado, osea, soy un humano. Especie dominante, papá. Las arañas viven en cuevas y nosotros en edificios, joyas de la ingeniería (bueno, excepto los talibanes, que viven en cuevas también). Esa presión fue la que hizo que mi mano izquierda tomara mi chinela derecha y se la lanzara (con poca fuerza, he de admitir) al octúpedo(?)
Lo que vi y relato a continuación, difícilmente lo pueda remover de mi mente alguna vez. La araña saltó (sisisí, saltó!) para esquivar el calzado y corrió asquerosamente rápido hacia un rincón, donde no la vi más. Tal vez no suene tan interesante, pero era una araña grande. Nadie las quiere saltando.

Los acechadores

Me rodean...sus agudas voces susurrantes me quieren arrastrar a la locura...no sé si ya no estoy loco. No puedo pelear con ellos. Armas que doblegarían a cualquier otra persona, difícilmente puedan herirlos. No los puedo matar con un hacha, con una pistola tampoco.
Por ahora me puedo resistir a sus ataques, en parte. Ellos esperan por mi sangre, los malditos me van a apuñalar cuando ya no me pueda resistir. Porque no los puedo atacar. Tampoco huir. Me imagino con qué cara me mirarían si digo que me escapo de ellos. Me creerían loco.
En cambio, hago lo que puedo por rechazarlos. Mis esfuerzos son débiles, pero se retiran igual, y pasan su boca cerca de mi oreja, y me susurran algo en un idioma extraño, con sus frías y agudas voces. Están jugando conmigo...la pelea no durará.
Sé que ya no queda nada por hacer, me entrego a los brazos de Morfeo, y con mis últimas fuerzas digo: "Aprovechen, mosquitos putos"